Suele decirse que ninguna mujer tiene lo dos pechos iguales y en la realidad el cuerpo humano no es simétrico al 100%. Existe siempre una mitad más desarrollada que la otra por lo que la mayoría de mujeres tienen una mama ligeramente mayor que la otra.

Estas asimetrías leves son consideradas normales y muchas mujeres se dan cuenta de su asimetría  cuando van a una visita con el cirujano plástico que pone el diagnostico.

Hay casos, pero, (aproximadamente el 10% de las mujeres) que la diferencia entre la forma o el tamaño entre las mamas es tan evidente que preocupa a la paciente, produce una verdadera distorsión en la percepción de su cuerpo y en su feminidad, y afecta a su vida normal.

Se han descrito diversas alteraciones en la morfología y estructura de la glándula mamaria  como resultado de una alteración en los mecanismos que regulan su desarrollo durante la organogénesis. Otros casos de asimetrías son los que presentan las pacientes que en su infancia sufrieron quemaduras, infecciones, cirugías o traumatismos en el botón mamario que alterarían su desarrollo posterior y aquellas que han sufrido una mastectomía por un cáncer.

Consideramos alteraciones de tamaño, de forma y de situación.

Las alteraciones del tamaño pueden ser por exceso o por defecto, generándose hipertrofias o hipotrofias mamarias monolaterales.

Las hipertrofias se corrigen con una reducción de mama y las hipotrofias colocando un implante que nos aporta más volumen. En muchas ocasiones, en el mismo acto quirúrgico, se combinan los dos procedimientos (es decir se reduce un pecho y se aumenta el otro para conseguir la talla final deseada).

Hay casos de mamas que, a pesar de no tener un volumen en exceso, están caídas y con una forma poco agradable. En estos casos la elevación de la mama (mastopexia), remodelando la glándula, es la técnica mas adecuada.

Aparte de la ptosis (mastopexia), existe una amplia gama de formas mamarias. Podemos considerar mamas cónicas, aplanadas, cilíndricas, tuberosas… En concreto esta última malformación se caracteriza por presentar una base más o menos amplia sobre la que se sitúa como una segunda mama cubierta por el tejido areolar muy dilatado.

La combinación de las técnicas mas adecuadas permite en la mayoría de casos obtener resultados estéticos excelentes y la paciente no ve afectada de ninguna forma una posible lactancia.

La totalidad de intervenciones se puede realizar con una estancia de 24 horas o incluso en hospital de día.

Es obligatorio llevar un sujetador elástico en los 10-15 días posteriores a la cirugía y es preferible respetar reposo relativo durante una semana.

La edad más adecuada para intervenir es al finalizar el desarrollo de una mujer (alrededor de los 18 anos). Casos francamente asimétricos tienen como única solución la intervención quirúrgica y no tiene sentido esperar mucho tiempo para su corrección.

Otra patología que cursa con asimetría mamaria, por alteración de volumen, es el Síndrome de Poland que consiste, normalmente, en una agenesia unilateral de la glándula mamaria (no llega a formarse o se desarrolla mínimamente) y en ocasiones puede llegar a faltar el músculo pectoral. Pueden aparecer malformaciones asociadas, por ejemplo renales. Fue descrita en 1841 y su incidencia es baja: 1/25.000. En ocasiones hay que reconstruir la pared torácica, la hipomastia se corrige por medio de prótesis.